Yo no estoy mucho con eso del “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”. ¡Ay, el rencor o resentimiento!, llámale como quieras, es ese producto del enfado mal llevado y que puede llegar a enquistarse.
Llega el momento en que nos hacemos amigos de él, del rencor, y con el paso del tiempo hasta te sientes apegado y a la vez acorralado y encima sin darte cuenta… con grandes sentimientos de dolor que te impiden avanzar. Seguramente todo viene de unas expectativas creadas que no se cumplieron. Y aunque las medicinas son complicadas de dar, todo empezaría por la aceptación (no puedo pretender que el resto tenga mis mismos valores), autoestima (yo valgo mucho más que todo esto) y aprendizaje (la vida es ensayo y error). Ya sé que es difícil pero el camino para no lastimarnos vendría a ser este. Bon dia tingueu!!!
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