¿Habéis tenido alguna vez la impresión de estar programados a la hora de hacer las tareas o actividades del día a día? Todo está escrito en la agenda, incluso lo que hay que hacer el fin de semana, y nos preguntamos poco si realmente nos apetece hacerlo. Es así y ha de ser así, y por tanto no se puede cambiar.
Quizás nos sorprenderíamos si fuésemos capaces de darle la oportunidad a nuestra espontaneidad, rompiendo de vez en cuando con la programación, que normalmente nos hemos impuesto. Sería aquello de vivir más el momento.
Y nos ocurre por ejemplo con los problemas del día a día donde solemos poner soluciones que ya hemos puesto a problemas parecidos anteriormente, y así encontrar comodidad contigo mismo aunque sepas que la solución no era la más correcta. Y estoy seguro que no es un recurso que siempre hay que utilizar pero de vez en cuando convendremos que es muy adecuado y es que cuando improvisas, simplemente tu cabecita se centra al cien por cien en lo que haces dando cancha a posibles soluciones. Es como un salir de ese mito de la caverna de Platón y ver que lo imprevisto, teniendo herramientas para ello también te puede ayudar a ser flexible en esta vida y de paso pillar confianza en ti mismo.
Decía Stephen Hawking que la creación espontánea es la razón por la que hay algo en lugar de nada, el porqué de la existencia del universo, el porqué de nuestra existencia. Bon dia tingueu!!!
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