Dicen que del amor al odio hay un paso, y quiero pensar sinceramente que no todo es blanco o es negro, ya que siempre hay matices que no los tomamos en cuenta. Pasamos de la alegría del “amor” o admiración a la rabia exacerbada hacia el otro, sin saber que te maltratas emocionalmente y que te perjudicas psicológicamente.
Ocurre en nuestra vida cotidiana, en la pareja, en el trabajo…y en muchas ocasiones no nos damos cuenta que puede pasar aquello de lo que más te molesta de la otra persona es lo que te molesta en ti como persona, enmascarándote en una emoción para evitar lo que sientes realmente como mecanismo de defensa.
Y es que el odio se contagia y se aprende según en el entorno donde se viva y después es muy difícil de controlar, y lo peor de todo esto y lo más grave, es que algunas veces se pone de moda y ves a líderes de determinados colectivos promoviéndolo y que son seguidos por todos sus “palmeros”. ¡Así nos va!.
Decía hace unos días Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay “…en mi jardín hace décadas no cultivo el odio…el odio termina “estupidizando” porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. El odio es ciego como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye”. Bon dia tingueu!!!
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