¡Soy de los que piensa que la palabra cambio nos produce angustia!. Angustia porque no estamos acostumbrados a ella o porque la asociamos a incertidumbre e inquietud por no saber lo que pasará a posteriori. Nos quedamos tan anchos cuando nos mantenemos firmes a frases como “si siempre se ha hecho así, por algo será”, “es una tradición” o “en nuestra familia tenemos esa costumbre”. ¡Ay!, y es que las tradiciones están bien, que no digo que no, pero nos traicionan mucho en el día a día. Hay un trasfondo interesante y es que no nos importa los motivos del porqué “se hace así, y punto” no sea que rompamos nuestra comodidad y confort. Nos ocurre en nuestra vida cotidiana con el machismo de toda la vida, en las empresas que se niegan al cambio, y en política con leyes obsoletas y demás, por poner ejemplos…Nos aferramos en los hábitos de siempre en lugar de darle más vueltas a las cosas y probar con lo nuevo para romper paradigmas absurdos. Bon dia tingueu!!!
