No os ha pasado alguna vez que cuando llegas de tus vacaciones al trabajo con las «pilas cargadas», de repente te encuentras con los mismos «cabrones» de siempre… Tengo un buen amigo que dice que eso de las pilas cargadas es un cuento. No le falta razón. Su planteamiento es sencillo. Se lo ha pasado en grande en su lugar de vacaciones, y no quiere volver. Pero ha de volver y cuando vuelva, seguramente su estado anímico no será de pilas cargadas si no de pilas que están pensando en volver. No es un caso preocupante el de mi amigo. Tiene la actitud necesaria para hacer el cambio rápidamente. Cuando la situación es extrema, los psicólogos le han puesto un nombre (parece que a todo hay que etiquetarlo), estrés postvacacional.
Está claro que las vacaciones están para disfrutarlas, pero lo suyo también sería que nuestra “vida normal” o el trabajo del día a día también sepamos disfrutarlo. En el fondo de la cuestión, la que manda en estos asuntos es la actitud con la que te tomas las cosas. Seguramente se trata de intentar buscar momentos para hacer todas aquellas cosas que te llenan en tu vida diaria, y que seguramente hacías cuando estabas de vacaciones, y sobretodo no caer en la trampa de la zona de confort que nos dice que no tengo tiempo, ¿y porque no?, sé que en algunos casos es difícil, pero también buscar y rebuscar aquello positivo y no caer en el pensamiento rumiante de lo negativo que tenemos en el lugar de trabajo. En nuestra sociedad donde vivimos, aunque no creo que sea el mejor recurso o solución, conozco gente que se basa mucho en la comparativa para sentirse mejor (Al menos tengo trabajo, gano más que los demás, es un trabajo que me gusta…)¡¡¡Ay!!! Así vamos!
Ningún hombre necesita tanto unas vacaciones como la persona que acaba de tomarse unas. Elbert Hubbard.
Volviendo a las “pilas cargadas”, y haciendo un paralelismo, me hace recordar algunas formaciones que imparto en el que los alumnos después de varias sesiones me dicen que salen supermotivados y con las pilas cargadas. ¡A mi me ha pasado también como alumno!. La pregunta que uno se formula es como estarán al cabo de una semana. Está claro que si la actitud no cambia, estaremos igual…¡Sí!, deberíamos de mirarnos y de conocernos más, para tener una actitud más positiva con la que enfrentarte a tu día a día, sea de vacaciones o en el trabajo, y de saber alimentar “las pilas” durante todos los días que tiene el año.
Por cierto, bienvenidos de nuevo a vuestro blog, después de un mes de vacaciones…¡Espero que vengáis con las pilas cargadas y que no se desgasten por el camino!
Puestos a poner el clásico vídeo que siempre pongo en todas las entradas, se me ocurre una de esas canciones del verano que no se yo si carga las pilas…
