Emprendedores o supervivientes

carlesmarcos Artículos Hacer un comentario

Por otro lado, y ajustándonos a lo que normalmente entendemos por “emprendedor”, es decir aquel que en un momento dado se monta ahora si su empresa, me plantearía lo que dice el título, ¿Son emprendedores o son supervivientes? Cada vez más encontramos personas que son supervivientes, que se lanzan al vacío con su idea de negocio sin saber a ciencia cierta si la cosa saldrá, pero es que no tienen otra para poder subsistir.
Dada la situación económica no tienen otra. Comparto un artículo de Javier Megias titulado Lo peor que te puede pasar como emprendedor y que habla sobre las vivencias de algun@s supervivientes.
Al emprender ponemos todas nuestras esperanzas en una idea con la que esperamos conquistar el corazón de nuestros clientes, pero ¿qué pasa cuando eso no sucede?. Nos han enseñado a que el fracaso es una muerte rápida, un golpe seco… pero en realidad es más una larga agonía en la que no sabes si estás vivo o muerto.
Emprender es una actividad de alto riesgo. Nos esforzamos en crear un producto o servicio que realmente aporte un valor real y tangible al cliente, el aporte lo suficiente como para que esté dispuesto a pagar por él… algo que la mayoría de las veces no sucede.
Los motivos son variados, aunque nos solemos engañar al respecto: a menudo nos justificamos pensando que posible que nos hayamos equivocado en el mensaje, en las estrategias de captación o incluso en el diseño del propio producto… pero habitualmente el problema es más elemental, algo que subyace en la base del proyecto: No hemos conseguido crear suficiente valor para el cliente.
Y esto desgraciadamente es muy habitual, mucho más de lo que parece. El mercado está lleno de productos como el nuestro, que debe competir en el mercado con decenas de productos similares (o alternativos) por el privilegio de captar unos segundos de la atención del cliente… y no hay espacio para todos.
Nos han enseñado a pensar que si nuestro producto no es bueno lo sabremos rápidamente, que el mercado pone a todo el mundo en su sitio… y es cierto, pero no de la manera que creemos: la gran mayoría de productos simplemente son irrelevantes, y el mercado los ignora. No los rechaza violentamente ni genera reacciones claras, sino que simplemente se queden estancados tras haber obtenido unas ventas limitadas.
Lo peor que le puede pasar a tu producto no es que guste o no. Lo peor que te puede pasar es que tu producto sea irrelevante. Porque el problema es ese, la mayoría de las empresas tras conseguir sus primeras ventas creen que han llegado al punto previo al cambio de tendencia, al punto de inflexión donde el producto va de despegar… aunque en la práctica para la mayoría nunca sucederá. Será un producto interesante que nunca llegará a cuajar.
Los ingleses tienen una frase que describe muy bien este tipo de reacciones: “Nice to have”…. o lo que en la práctica quiere decir que aunque “está bien” lo que haces y los clientes muestran cierto interés, no hay suficiente gente que realmente esté dispuesta pagar por ello.
Porque el mercado no es como nos habían dicho. El mercado no te va a decir claramente si tu producto no encaja. Está lleno de productos “nice to have” que nunca llegan a despegar, que resultan irrelevantes para sus clientes pero que sus promotores los mantienen en activo, dilapidando sus escasos recursos con la fútil esperanza de que eso cambie.Pero no va a ser así.
Los productos realmente buenos polarizan a la gente, tanto en un sentido u otro. Hacen que el mercado “reaccione”, que los clientes te busquen. Así que, si hace unos meses que has lanzado tu producto, y aunque todos los clientes te dicen que está muy bien nadie paga (o al menos no la suficiente gente), quizás te deberías plantear seriamente si estás creando algo que aporta suficiente valor, y evaluar cómo lo podrías hacer para construir algo más valioso para tus clientes… ya que esa es la razón por la que resulta absolutamente clave focalizarse en validar el negocio antes de invertir más recursos
Comparto con vosotr@s un vídeo que invita a reflexionar cuando no sabemos hacia donde vamos…

 

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