Los primeros 50 años de la infancia son los más difíciles.

carlesmarcos Artículos Hacer un comentario

Dicen que los primeros 50 años de la infancia son los más difíciles. ¡Ayer los cumplí! Es un cumple raro y muy extraño por no poder compartir con los tuyos. Es como una boda sin novios, una paella sin arroz o un follar con guantes y mascarilla…¡Sí, es raro! Esperaba que en mi día de cumple os hubiese regalado ese primer día de “libertad”, pero no pudo ser para muchos. Quisiera agradecer todos los abrazos y besos virtuales recibidos. Pronto, seguro, vendrán esos abrazos que queremos y que no permitiremos jamás que sean prohibidos.
Cuando cumplo años, me gusta recordar un cuento precioso de Jorge Bucay que os resumo un poquito sin dar el “peñazo”.
Es aquel que cuenta que un buscador es alguien para quién su vida es una búsqueda y se planteó ir a la ciudad de Kammir.
Allá en medio de una colina caminaba entre piedras blancas y descubrió que cada una de ellas tenía una inscripción.
Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días. Justo al lado había otra.
Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas… y se daba cuenta que el el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años… Se sobrecogió al darse cuenta de que aquellas piedras no eran simplemente unas piedras: eran lápidas. Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Al poco se encontró con el cuidador del cementerio y este al verle emocionado le preguntó si lloraba por algún familiar. El buscador le dijo que no pero que no entendía que pasaba en este pueblo que todos morían tan jóvenes.
El anciano sonrió y dijo:
– “Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…: cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado… A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo…
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media…?Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso…¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo…?¿Y la boda de los amigos?¿Y el viaje más deseado?¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos… Cada momento.
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido.
Bon dia tingueu!!!

¡Os deseo un feliz día! ¡Nos vemos en facebookinstagram ,  Twitter o en Linkedin…!!! Y si queréis likear, instagramear,retweetear y sharear, ¡no lo dudéis…! ¡yo agradecido!

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