Siempre ha existido esa corriente de personajes desde tiempos a, que se caracterizan por su charlatanería y excentricidad que opinan y dan soluciones alucinantes a problemas relativos a la salud sin tener ninguna base en la que se puedan sustentar. Somos muy poco críticos con estos temas y muy atrevidos para meternos con la ciencia, quizás porque de científicos e investigadores en comparación con el resto de la plebe son una gran minoría “muy minoritaria” y de bocazas que van de gurús sin saber donde tienen la mano derecha aumentan exponencialmente a la mínima que ven una pequeña crisis sin resolver donde pueden tener cabida con sus disparatados e incongruentes opiniones. Entonces viene la segunda parte porque esta opinión salvadora del medicastro y embaucador si se dice varias veces y elevando el tono de voz, es muy posible que sea seguida por infinidad de palmeros de nuestra sociedad que se lo terminan creyendo y que entienden que la palabra crítica viene de algún idioma raro por lo que no han podido descifrar todavía su significado. ¡Y así vamos por la vida!…Espero que esta crisis sirva para algo y ojalá que con la «tontería» del confinamiento hayan muchos niños que en lugar de pensar en ser «Messis» o «Cristianos» cuando sean mayores, piensen quizás en ser científicos o investigadores!!! Quizás hagan callar a todo aquel que se le ocurra crear “medicinas” o “terapias” absurdas. Bon dia tingueu!!!
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