Saber perdonar no es nada fácil, pero se ha visto siempre como una virtud. Luther King decía que “el que es incapaz de perdonar, es incapaz de amar”. ¡Bueno, bueno, amigo Martin! Nos lo han enseñado e inculcado en la escuela, pero no…Tenemos el gran error de justificarnos con más facilidad de nuestros fallos que aquellos de las personas que nos fastidian. Antes de perdonar fácilmente, el primer paso es empatizar, ya sabéis, me pongo en la emoción del otro y de manera integral. Me olvido del error y me centro en cuál era su intención cuando lo hizo. Si desde la reflexión, empatizo y la historia me cuadra, entonces, vale el “te entiendo, y te disculpo”, y es que no podemos ir por la vida perdonando absolutamente todo.
Bon dia tingueu!!!
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