¡Ai, sí! Por fin me he decidido, ¡estaba en duda!, pero me he vuelto independentista. Estoy harto y he tomado esta decisión. Entendiendo por independencia, el desapego de algo o a alguien, el separarme, el huir o incluso el aborrecer lo que no quiero para mí. ¡Sí, soy independentista!
Soy “indepe” de la hipocresía, de las emociones desbordadas, del fascismo enmascarado de buenas palabras, del «a por ellos», del «nos roban», de los que delinquen y campan a sus anchas, de las banderas que indican donde naciste, de los que se le borraron el pensamiento crítico en base a lo anterior, de los políticos corruptos y mediocres de aquí y de allá, de la envidia, de la intolerancia, del yo soy más que tú, del tengo, tengo pero no tienes ni puta idea de quién eres, del esto es blanco o es negro, del norte y el sur, del machismo, del feminazismo, del número 155, del «por cojones», de los intransigentes, de los xenófobos, del pensamiento único, de los radicalismos, del capitalismo exacerbado, de los que violan o acosan y dicen que ella quería, de las manadas, de los populismos, de las balas…
Sin embargo en mi interés de hacerme indepe, también os he de decir que he decidido también hacerme dependiente. ¡Sí, ya lo sé! Es un poco raro todo esto, pero entendiendo dependencia como el apego, el anhelar algo por lo que hay que luchar porque lo quieres contigo.
Soy “depe” de la solidaridad, de la paz, de la izquierda social, del mi patria son mis zapatos, de los presos injustamente encarcelados, de los que luchan por la igualdad, de un mundo donde nadie sea más que nadie, de una sanidad de libre acceso, de una educación inclusiva, de la empatía, de la honestidad, del derecho a una vivienda y un trabajo digno, del respeto al de al lado aunque tenga una opinión diferente, de un mundo sin fronteras, del derecho a decidir lo que quiero, de mi barrio, de mi familia, de mis amigos con los que comparto un amor recíproco, del Imagine de Lennon, de Yolanda y de mis hijas que algún día serán independientes porque toca, pero yo lucharé para tener una mínima dependencia mutua con ellas.
¡¡¡Os animo a delirar un poquito!!!!
¡Os deseo un feliz día! ¡Nos vemos en facebook, Twitter o en Linkedin…!!! Y si queréis likear, retweetear y sharear, ¡no lo dudéis…! ¡yo agradecido!
Foto de Pixabay. ElisaRiva
Comentarios 10
I que visca la republica (independiente de mi casa!!)
I que visca la republica (independiente de mi casa!!)
Este es mi Carlos! Y asi, sin filtros, aun me gusta mas. Mucha verdad en tus palabras. Un besazo.
Merce.
yo te voto! 😉
un abrazo!
Fantàstic! molt ben dit. M’apunto a aquesta dependència!!!
Qué bueno Carlos !! no sé si ésto es un delirio o un mecanismo de defensa, o qué…, en cualquier caso, a partir de hoy me declaro adepta a tus publicaciones !
Eres grande. Com les teves paraules.
Gràcies Carlos
Apegos y desapegos vamos adquiriendo con el tiempo, sin quererlo, casi sin darnos cuenta. Luego, la madurez te ayuda a discernir y escogerlos. Estas decisiones nos acercan al ideal de nosotros mismos. El cómo las llevamos a la práctica es lo que nos acaba definiendo. Y de repente, zas!: contradicción! Bendita contradicción! No podríamos (al menos yo) vivir sin ella. Pero supongo que eso da para otro escrito, verdad querido Carlos? Un abrazo!
Author
Gracias a tod@s por vuestros comentarios!!! Apa! Continuamos!!! Saludos!
Totalment d’acord Carles. No et deixes res.