¡Asertivizando que es gerundio!

carlesmarcos Artículos Hacer un comentario

¡Ah! ¡Cómo nos cuesta, decir las cosas como son cuando es el momento y respetándome y respetando a los demás! No sea que molestemos, y preferimos antes de eso, cargarnos la «mochilita» de esas llamadas «caquitas emocionales» que en un momento dado las dejamos soltar convertidas en «diarreas emocionales». De un granito se hizo una montaña. Algun@s se las reprimen, otros se dejan llevar por las emociones en forma de «diarrea»,  pero hay otros que por encima de todo se quieren … y mucho, y sueltan lo que hay que decir en el momento oportuno pero siempre con ese respeto al que no estamos muy acostumbrados.
Ya lo se, corres el riesgo que haya gente que te diga eso de «¡¡¡qué borde eres!!!» pero luego en «petit comité» dicen aquello de «¡qué bien dicho, alguien tenía que decirlo!». ¡Aih! es la falta de costumbre a decir las cosas como son y que digan lo que digan, pero yo, ¡yo estoy bien conmigo mismo, lo he decidido!.
Comparto un artículo del psicólogo Javier Barreiro en la web Psyciencia y titulado Los derechos asertivos.
«Existen multitud de derechos para diferentes tipos de ámbitos: los laborales, los penales, los derechos constitucionales, etc. Todos éstos son derechos que conocemos de alguna manera y con mayor o menor exactitud. Pero existen ciertos derechos que son grandes desconocidos para la mayoría de nosotros, sin embargo son probablemente los mas importantes, básicos y fundamentales para nuestro estado de bienestar psicológico. Ellos son los derechos asertivos.
Os propongo un listado con los principales derechos que es obligatorio conocer y que debemos defender ya que son parte fundamental de nuestro autoestima:
1.   El derecho a mantener tu dignidad y respeto comportándote de manera habilidosa o asertiva (Incluso si la otra persona se siente herida) mientras no violes los derechos básicos de los demás.
2.   El derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
3.   El derecho a rechazar peticiones sin tener que sentirse culpable o egoísta.
4.   El derecho a experimentar y expresar tus propios sentimientos.
5.   El derecho a detenerte y pensar antes de actuar.
6.   El derecho a cambiar de opinión.
7.   El derecho a pedir lo que quieres (dándote cuenta que la otra persona tiene derecho a decir que NO).
8.   El derecho a hacer menos de lo que humanamente eres capaz de hacer.
9.   El derecho a ser independiente.
10. El derecho a decidir que hacer con tu propio cuerpo, tiempo y propiedad.
11. El derecho a pedir información.
12. El derecho a cometer errores.
13. El derecho a sentirte a gusto contigo mismo.
14. El derecho a conocer tus propias necesidades y que esas necesidades sean tan importantes como las necesidades de los demás. Además tenemos el derecho de pedir (no exigir) a los demás que respondan a nuestras necesidades y de decidir si satisfacemos las necesidades de los demás.
15. El derecho a tener opiniones y expresarlas.
16. El derecho a decidir si satisfaces las expectativas de otras personas o si te comportas siguiendo tus intereses.
17.  El derecho a hablar sobre un problema con la persona involucrada y aclararlo, en casos límite donde los derechos no están del todo claros.
18.  El derecho a obtener aquello por lo que pagas.
19.  El derecho a escoger no comportarte de manera poco habilidosa.
20.  El derecho a tener derechos y defenderlos.
21.  El derecho a ser escuchado y a ser tomado en serio.
22.  El derecho a estar solo cuando así lo escojas.
23.  El derecho a hacer cualquier cosa mientras no violes los derechos de los demás.
Lee, aprende y recuerda éstos derechos y, sobre todo, no tengas miedo a defenderlos en cualquier situación puesto que son tuyos y hacerlo no significa ser egoísta o egocéntrico, si no ser asertivo y consecuente contigo mismo. De ésta manera te respetarás a ti mismo y también, si los tienes en cuenta, respetarás a los demás.»
La asertividad a la hora de relacionarse con los demás es la clave sin duda de una comunicación eficaz para no ir con rodeos y no «cargarse» la mochila de material inservible. Os muestro un vídeo como ejemplo de esa comunicación eficaz ¡cuando es el momento adecuado!.

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